martes, 15 de julio de 2008

El águila, la china poblana y el charro en su jaula de melancolía




La revolución formó un curioso vínculo bélico y exótico entre mexicanos y gringos. Los gringos veían en el mexicano una curiosa barbarie descrita por historias de situaciones violentas en la frontera. Parte de estas crónicas eran alimentadas por las primeras películas en las que se ve proyectado el mexicano. The Fight of the Nations (1907) y The Pony Express (1907) son las primeras producciones que surgieron y que ofrecían la imagen del “mexicano” a espectadores de cine en el extranjero; ingleses, daneses, alemanes entre otros, emularían con admiración el más norteamericano de los géneros, el western. Películas como Vendetta (historia de un duelo mexicano, Alemania (1913), a Fight of honour, Inglaterra, (1908) entre otras.1
El Western sería el género donde el “mexicano” pisaría por primera vez el sendero de las tramas cinematográficas.

"Sin embargo la presencia de lo mexicano en el western rebasaría la de unos personajes concebidos por la simpleza, el racismo, el prejuicio y la aprensión puritana. También daría estilo al paisaje: una profusión de construcciones humanas, como iglesias y misiones, haciendas y casas de adobe u aun de plantas que diríanse producto de una conspiración de la naturaleza a favor de lo mexicano, como los nopales y los magueyes, indicaron la ubicación, muchas veces imprecisa (…) en un extenso territorio de México y que conservo por lo general sus nombres de tiempos mexicanos." 2

De esta manera vemos como se va estructurando gracias al cine y a las Dime novels estadounidenses la imagen del mexicano para el norteamericano, que ve en él una figura violenta, bárbara y lujuriosa. Procedencia característica de su reducida civilidad. La imagen del mexicano que se formó resultó ser muy cautivadora aunque sujeta a constantes recriminaciones e imaginarios erróneos del estereotipo del “mexicano” para los extranjeros en la primera década del siglo XX. De esta manera bastaba que un actor de procedencia norteamericana vistiera ropas españolas para que se le identificará como “mexicano”, claro, con el debido entorno físico que se esperaba del Western y sus problemáticas de frontera.


En México los primeros realizadores de producciones filmicas pertenecían a la clase media, no eran ni intelectuales ni muy educados en el lenguaje cinematográfico que ya se había generado hasta esas fechas. Retrataban corridas de toros, escenas de pueblos y espectáculos, sin mucha manipulación retratando la realidad inmediata y con fines de mero entretenimiento3. Vale la pena mencionar en este punto una serie de vistas realizadas en 1896 por Gabriel Veyre para la empresa Societé Lumiére de los Hermanos Lumiére. Fue en Atequiza Jalisco que el camarógrafo realizó tomas a locales en diferentes actividades ganaderas y recreativas. Estas vistas se anunciaban frecuentemente por las empresas mexicanas que las exhibían con el nombre de Charros Mexicanos y Costumbres nacionales. Es para reflexionar el hecho que desde esos años se vea al alegre Jarabe tapatío y a las suertes de jaripeo (ambas presentes en las vistas), como actividades representativas del país.

Antes de la revolución se ve al mexicano como un ser pintoresco, impulsivo que brindaba al argumento de la película un aire exótico, no es hasta después de 1910 con el estallamiento de la revolución, de sus documentales y sus noticieros cinematográficos donde se ve el entorno caótico en el cual se movía el revolucionario mexicano.

Para el cine norteamericano surge el greaser, nombre con el que en la primera mitad del siglo XIX se conocía despectivamente a los rancheros mexicanos. Ahora era el termino con el que se hacia referencia a los bandidos, revolucionarios y peones que aparecían en las películas. La denominación greaser, llegó a formar parte de los títulos de las películas como; Tony the Greaser (1911), Broncho Billy and the Greaser (1914) por mencionar algunas.

Años más tarde en nuestro país la imagen del “mexicano” buscaba una identidad propia tratando de diferenciarse de región en región exaltado la antipatía yanqui y sacudiéndose la idea de unificación nacional heredada del porfiriato.

“La sociedad mexicana era una, por tanto uno era su gobierno, una su historia una su cultura"4

Para el norteamericano después de que iniciara la revolución, el mexicano que aparecía en sus películas no podía brindar nada bueno, eran bandiditos traicioneros, codiciosos, borrachos, ignorantes, flojos “capaces de traicionar al norteamericano que les habían salvado la vida” condenados a ser los malos de la película después de la revolución se busca explotar nuestro ya muy socorrido exotismo en una diferente vertiente, los indios, el “aztec”. Cautivados por lo antiguos y crueles ritos, las riquezas y los tesoros. Los aztecas, nada relacionados con el estereotipo de los “mexicanos”, formaban parte de un imaginario muy parecido al egipcio, que ya había cautivado a los espectadores por las novelas y películas como le momie du roi de Gerad bourgeois (1909) y la famosa the mommy (1912), le momie (1913) y the Egyptian Mummy (1914).

En nuestro país la inquietud nacionalista de la sociedad post revolucionaria y la política hegemónica creó los sujetos de su propia “cultura nacional” dando vida a “Estereotipos codificados por la intelectualidad, pero cuyas huellas se reproducen en la sociedad provocando el espejismo de una cultura popular de masas”.5

Y a pesar de que se buscaba reflejar la diversidad mexicana,sin querer, la radio iba generalizando las características más exitosas como el ya mencionado charro o el jarabe tapatío. Las primeras emisoras radiofonicas más grandes de México, en un plano comercial y totalmente centralizadas difícilmente podían apreciar la diversidad del país como se proponía con gran inquietud en el ámbito intelectual.

A pesar de que tenemos intentos con las primeras producciones mexicanas como Tepeyac (1917) de Fernando Sáyago, Tabaré (1917) de Luis Lezama cuyo argumento sería algo así como el Tizoc de su tiempo. No es sino hasta el gobierno de Cárdenas que existen importantes producciones que consolidan el estereotipo del mexicano. consideremos previamente a Eisentein como pionero de la imagen “realista” mexicana ya que procuraba no usar actores en sus films. Sin embargo su mirada era finalmente la del extranjero, de este modo daba prioridad al folclor. ¡Que viva México!(1930-1932) es un film que tendría una gran influencia en los grandes directores la etapa del cine de oro mexicano.

Con la segunda guerra mundial, México no envidiaba en nada la producción cinematográfica de Estados Unidos u otras naciones. Los españoles acogerían los argumentos mexicanos alegando que contaban con los valores morales afines, a el grado de atorgarle a películas como Enamorada (1942) el titulo de “película de interés nacional” .

El cine llegó en un principio a México por manos extrajeras, sobresalíamos como buenos imitadores para después alimentar con genialidad éste medio de tal forma que inclusive nos inventamos a nosotros mismos. Nos proyectarnos de una manera realmente cautivadora aunque sin hacer mucha justicia a la diversidad del país. Podríamos rescatar el México capitalino de Ismael Rodríguez o algunas otras producciones inspiradas en algunos estados de la república como Veracruz y la región del Istmo. Ciertamente buscar lo netamente mexicano en la películas pondría equiparase en muchas ocasiones al sensación de ver Auch Zwerge haben klein angefangen (1970) de Werner Herzog, donde escuchamos como un huapango, donde vemos como un rancho y hasta nos ubican con un mapa, ¿dónde, no lo sé?. La centralización de las producciones lograban retratos urbanos muy acertados, mientras que los regionalismos en muchas ocasiones por enaltecer al folclor parecían caricaturas.


The fight of the nations, USA, México Vs. Spain, 1907.
Un atinado. A la derecha vemos él que tendríamos que reconocer como mexicano por bigotón, ademán y gesto. Expresa su disgusto tras ser vencido por el español en una pelea con cuchillos.





Bibliografía


1 BARTRA Roger, La jaula de la melancolía, identidad y metamorfosis del mexicano, Grijalbo, México, 1987.

2 De los REYES Aurelio, Los orígenes del cine mexicano (1896- 1900), hacia un cine mexicano, Fondo de cultura económica, México, 1983.


3 GARCÍA Riera Emilio, México visto por el cine extranjero, Ediciones Era y Universidad autónoma de Guadalajara, México, 1987.

4 MONTFORT Pérez Ricardo, XI. Indigenismo, hispanismo y panamericanismo en la cultura popular mexicana de 1920 a 1940
5 • _________________________, Avatares del nacionalismo cultural, CIDHEM/CIESAS, Ciudad de México, 2001.

6 TIÑÓN julia, Enamorada en Madrid: la recepción de una película Mexicana en la España franquista veáse en Miquel Ángel, Nieto Sotelo Jesús, Pérez Vejo Tomás (Comps.) Imágenes cruzadas México y España, siglo XIX Y XX, Universidad autónoma de estado de Morelos, México, 2005.

martes, 11 de marzo de 2008

martes, 4 de marzo de 2008

FESTIVAL DOCUMENTAL IBEROAMERICANO DE LA MEMORIA




PROGRAMA

• Competencia de documental Iberoamericano
• Sección informativa y Palmarés del Festival DOCUSUR de España
• Muestra de Ganadores del Festival DOCSDF, México
• Muestra de documentales de Ardèches Images, LUSSAS, Francia
• Muestra del Grupo UKAMAU, Bolivia
• Secciónes CINE EN MORELOS

Sección dedicada a la producción documental realizada en el Estado de Morelos. También ofrece curiosidades fílmicas encontradas por historiadores e investigadores del cine que han sido producidas en locaciones morelenses. En esta sección se mostrarán películas documentales o de ficción con temática regional.

LUZ DE LA MEMORIA
Conmemorando el 68


ACTIVIDADES PARALELAS

• Taller de escritura documental de Ardèche Images y Centro Doc Lussas, Francia en coproducción con la UAEM, la FILMOTECA de la UNAM y el DOCSDF (septiembre, 2008)
• Conversatorios entre directores
• Tianguis de Documentales
• Exposición de Fotografía

Pio Caro y Walter Reuter en Morelos
Una exposición Inédita


• Funciones al aire libre
• Muestra Itinerante

SECCIONES EN COMPETENCIA

Memoria y Rebeldía

Documentales de contenido histórico, social y de derechos humanos.

Ciencia y Ecología
Documentales sobre ciencia y medio ambiente.

Identidades
Documentales sobre personas, grupos y comunidades que buscan o afirman sus identidades.

Arte
Documentales que aborden biografías y procesos de creación artística.

ESPERA MÁS INFORMACIÓN

martes, 15 de enero de 2008

El cine en Lowry




En 1928 Malcolm Lowry con 19 años de edad fué enviado a Alemania para estudiar en el costoso “colegio Ingles” de Bon, es ahí donde encuentra admiración por el cine y teatro alemán especialmente por la corriente “Exprecionista”, que se caracterizaba por fuertes claro oscuros y escenografías profundas con gran juego en la dimensión.

Douglas Day (2005) retoma este testimonio en su libro Malcolm Lowry, una biografía donde el escritor reconoce la fuerte impresión que ha dejado en él este género del cine.

“Las influencias que han formado Bajo el Volcan son en un grado profundo y en gran parte alemanas, aunque puede resultar difícil encontrar de dónde provienen (fue en Bon donde vi La Aurora, de Murnau. Setenta minutos de esta maravillosa película… me han influido casi tanto como cualquier libro que haya leído, aunque no la he visto desde entonces)”.1

Lowry confesaba creer haber visto en su juventud “todas las grandes películas alemanas posteriores a Caligari” inclusive en su vida adulta continuaba su fervor a la obra de directores como Fritz Lang y Murnau.2

A lo largo de la obra de Lowry vemos claramente reflejado sus pasiones a los deportes (en especial la natación) las caminatas, la música (el jazz de su juventud) y por supuesto películas que van apareciendo incluso hasta tomar un carácter altamente simbólico, como en el caso de Las manos de Orlac en Bajo el Volcan. No es de extrañar que Lowry encontrara en Cuernavaca ese espacio que fuera un protagonista más en su obra; Cosmopolita, repleta de piletas, el “Hotel Casino de la Selva” donde entre partidos y copas puede practicar tenis, golf, jai alai, etc. Por lo mismo en Cuernavaca no faltaría un cine al cual frecuentar. Una visita al cine es una de las primeras actividades que realiza el personaje de M. Laruelle en la novela. A lo largo de todo el libro se va evocando el séptimo arte mediante filmes y actrices.



Las manos de Orlac

Uno de los descubrimientos más importantes de Sigmund Freud sobre la teoría de la interpretación de los sueños, es que las emociones enterradas en el subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños, al recordar fragmentos de los sueños puede ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados. somos cada elemento y personaje de nuestro sueño. En este ir y venir del trance alcohólico, del sub al conciente en Bajo el Volcán Lowry nos habla de sí mismo en cada uno de sus personajes. Como menciona D. Day que al consul le hubiera gustado tener la altura de Hugh Firmin (1.80cm) y no sólo eso, por medio de Hug encontramos la ilusión y desencanto del mismo Lowry por realizar guiones cinematográficos posiblemente tras su experiencia al radicar brevemente en Hollywood.

“Porque Hugh, a los veintinueve años, seguía soñando con cambiar el mundo (no podía decirse en otra forma) mediante sus actos, de la misma manera que Laurelle, a los cuarenta y dos, aún no había renunciado a la esperanza de cambiarlo con las grandes películas que, de algún modo, se proponía realizar. Pero Ahora esos sueños parecían absurdos y presuntuosos.”3

D. Day encuentra en las manos otro símbolo constante a lo largo de la obra de Lowry, Reflexionando la fuerte carga simbólica en lo que a Bajo el volcán se refiere nos encontramos con las Manos de Orlac. Dos películas, la silente alemana Orlacs Hände de Robert Wiene (1924) y la Norteamérica Mad Love (1935) en la que en un fragmento de la novela de Lowry entendemos a través de M. Laruelle como nos habla de su juventud en Alemania y de lo débil que considera la versión Hollywoodense que ni Peter Lorre pudo salvar 4. El actor Austriaco que antes de migrar a USA trabajo con Fritz Lang en M (1931)y que en Mad love interpreta al doctor Gogol, figura real en la que recae el verdadero peso de la trama opacando al personaje del pianista.






No podemos hablar de Freud dejando de lado la sexualidad. La sexualidad de Lowry de acuerdo a la biografía de D. Day. Formaba más parte de una patología que de un acto gozoso, es en éste punto donde las manos son un elemento del sentimiento de culpa que albergaba por la masturbación. La fusión más clara de esta idea nos la da D. Day analizando la repulsión que sentía el personaje sifilíco Dana Hilliot por sus manos en el primer libro de Lowry, Ultramarina.

“Odia especialmente sus manos torpes y afiladas, que siempre están sucias" 5


Las dos Yvonnes

Margerie B. en El Jardin Borda.


La “locura” ronda por la cabeza de Lowry, lo alejan de Margerie, como alejan de Yvonne (nombre que comparten las protagonistas de Las manos de Orlac mad love y en Bajo el volcán). Revive el sentimiento de culpa del pianista Orlac al poseer ahora las manos de un asesino, es la
locura
que alejan al cónsul de su Yvonne.

Hay dos Yvonne como hay dos importantes mujeres en la vida de Lowry. La primera, la Yvonne de Robert Wiene (1924) interpretada por Alexandra Sorina. En su papel se deja arrastrar fácilmente por el tormento que vive Orlac paciente y sin protagonismos es testigo de su caída. La otra, la Ivonne de Frances Drake en Mad love, es de carácter fuerte, moderna, pero en ambas coinciden la admiración por el talento de Orlac en el caso de ésta última película citada interpretado por Colin Clive (el legendario Dr. Frankestein de la película de 1931) .

Margerie Bonner, actriz originaria de los Ángeles, con éxito en la etapa silente de Hollywood participó por primera vez en The Master Cracksman (1914) veinte años después actuaría por ultima vez interpretando a una chica romana en Cleopatra (1934) ya que al entrar el cine sincrónico se vio menguado su trabajo como actriz.

De acuerdo a Duglas Day, Margerie que tenía inclinaciones literarias. Escribrió relatos de misterio, cuentos policíacos y guiones para la CBC de Canadá. Reconoce en cada momento el genio de Lowry y lo anima, interviene en la escritura de Bajo el volcán inclusive es ella quien pasa a maquina los textos. Margerie es el salvavidas que mantiene a flote Lowry en un mar que con fascinación lo iba arrastrando. Del que sucumbe como el pianista Orlac al cerrar la tapa de las teclas del piano.




1 Selected letteres, Filadelfia, lippincott, 1965. Edición de Harvey Breit y Margerie Bonner Lowry, con prefacio de Haarvey Breit. También publicadas en Londres Por Jonathan Cape. 1967 Citado en Day Douglas, Malcon Lowry, una biografía,Fondo de Cultura Económica, México, 2001. Pág.114
2 Op cit. Pág. 132
3 Lowry Malcolm, Bajo el Volcan, Era, México, 2005 Pág. 15
4 Op cit.
5 Day Douglas, Malcon Lowry, una biografía, Fondo de Cultura Económica, México, 2001. Pág.188