domingo, 12 de diciembre de 2010

Entrevistas para suplementeo El Tlacuache

Respuestas de Eduardo Espinosa Campos al cuestionario formulado por Berenice Fregoso
3 de noviembre de 2010


1.- ¿Cómo surge tu interés por la filmografía realizada en tu comunidad?
En principio, porque forma parte de mi historia personal, particularmente de mi infancia. En mi caso —como es el de familiares, amigos y pobladores de Jonacatepec— por haber presenciado varios momentos de filmación de películas. Ahora me doy cuenta que desde siempre me llamó la atención ver todo el trabajo en torno de los rodajes: los camiones con plantas de luz, los cables tendidos en el suelo, la preparación de los efectos especiales (como son los supuestos disparos en el suelo, o la sangre que brota de un cuerpo tras el impacto de una bala), la organización y movimiento que hay detrás y previo al desarrollo de las escenas; el movimiento y acomodo de la iluminación, las indicaciones del director para los actores, hasta el grito de “¡ACCIÓN!”, que de pronto silenciaba todo para dar lugar al desarrollo de escenas. Era, y es, una magia ver cómo, de un momento a otro, se transformaban las calles del pueblo, como cambiaban sus sonidos, y entre todo esto ver y reconocer a sus actores, los actores que uno podía ver sólo en el cine o la televisión.
Ya después, era cosa de esperar con ansiedad a que Don Rubén, el dueño del único cine del pueblo que me tocó conocer (el Cine Auditórium), anunciara que iba a proyectar la película más reciente filmada en nuestro pueblo. Y entonces poder ver las escenas filmadas, reconocer también a la gente del pueblo que participaba de extra y darme cuenta cómo es que las escenas filmadas en el pueblo encajaban dentro de una historia general que no era precisamente lineal.
A todo esto va unido el amor paulatino por el cine, pues cada fin de semana, en el día domingo, veíamos tres funciones seguidas; y, en ocasiones, una función los días jueves. Entonces el cine se convirtió, en una especie de necesidad por satisfacer cada semana. Esto fue creando en mí un cariño y respeto por esta maravillosa expresión artística que te transporta a otras realidades, la realidad del cine. Con el paso del tiempo, uno de los aspectos detonantes para mí, fue el tomar consciencia que uno de los directores que había caminado las calles de mi pueblo había sido, el mismísimo Luis Buñuel, uno de los genios de la cinematografía mundial.

2.- ¿Cómo ha sido el proceso de recuperación de la memoria fílmica local?
Desde pequeño recuerdo los títulos de varias películas, así como los nombres de actores y actrices como: Lucha Villa, David Reynoso, Luis y Antonio Aguilar, Silvia Pinal, Jaime Fernández, Pedro Armendáriz Jr., Julio Alemán, Tin Tan, El Chelelo, entre otros. Otros títulos de películas no los recordaba pero en pláticas con mis hermanos, mi madre, familiares y amigos, fui recabando información en el curso del tiempo. Como radiqué en mi natal Jonacatepec hasta septiembre de 1973, entonces cuando iba de visita, a menudo preguntaba a familiares y amigos si habían ido a filmar otras películas y así fui conociendo otros títulos. Ahora con el proyecto “Jonacatepec en el cine” —que actualmente estoy coordinando— he podido recuperar otros títulos, gracias a la información proporcionada por amigos. Pero también quiero comentar algo que me parece curioso: resulta que muchas personas de mi pueblo recuerdan nombres de actores pero no tanto los nombres de las películas, menos los de sus directores. Cuando uno platica con personas, resulta que varias de ellas participaron como extras y de inmediato comienzan a contarte anécdotas. Otras, simplemente saben que algún familiar suyo tuvo alguna participación y te lo dicen con mucho orgullo. En fin, es fácil darte cuenta que el cine ocupa, en la vida de muchas personas, un lugar muy especial.
De las nueve películas que tenía registradas, ahora hemos podido reunir un total de 17 títulos. Sé que hay otras películas que se filmaron en mi pueblo y estoy seguro que al momento de presentar públicamente este proyecto van a surgir otros títulos.
Pienso que un proyecto como el que estamos realizando —con el apoyo del Ayuntamiento de Jonacatepec y el respaldo del Instituto de Cultura de Morelos— es necesario para recuperar parte de la memoria histórica de los pueblos y, por consecuencia, del estado, a través de las imágenes en movimiento que nos permiten ver parte de su riqueza patrimonial, histórica y natural. Y este valor se acrecienta por la calidad de directores como Luis Buñuel, Emilio Fernández, Luis Alcoriza, Jorge Fons, José Bolaños, Emilio Gómez Muriel, Carlos Enrique Taboada, Julián Pastor o Sam Peckinpah, por sólo mencionar a algunos; además de que cada película es un legado de imágenes de cinefotógrafos de la talla de Gabriel Figueroa, Alex Phillips o Agustín Jiménez. Esto por citar sólo a directores y cinefotógrafos que filmaron escenas en Jonacatepec. Si esto lo ampliamos al resto del estado, nos encontraremos con varias agradables sorpresas.

3.- ¿Como aprecias en general la intervención de Morelos en el cine?El estado de Morelos tiene una presencia muy importante en el cine a nivel nacional, principalmente desde los años sesenta, aunque hay producciones en años anteriores. Se sabe que Durango es uno de los estados de mayor recurrencia, otro lugar, por supuesto es la ciudad de México. Personas del medio cinematográfico, con quienes he tenido oportunidad de hablar, consideran al estado de Morelos como uno de los lugares preferidos por directores y productores. Aunque no conozco datos con precisión, hacia los años ochenta del siglo pasado se conformó un grupo de gente interesada en el cine para fomentar filmaciones en nuestro estado, al grado de conformarse el Consejo Estatal de Cine, vinculado a la Comisión Nacional de Filmaciones. Entre las personas que lo impulsaron en Morelos se encuentra la maestra Luciana Cabarga. El estado de Morelos tiene un potencial en monumentos históricos, arquitectura vernácula y en paisajes naturales que podrían ser mejor aprovechados. [Para más información consultar
http://www.lajornadamorelos.com/suplementos/el-tlacuache/83563-hollywood-guayabo]

4.- ¿Qué elementos crees que atrajeron a las producciones fílmicas a tu población, aún la frecuentan?
Ha sido la arquitectura y los paisajes de Jonacatepec los aspectos principales que han llamado la atención de los directores y productores de películas: la arquitectura religiosa del ex convento de San Agustín, del siglo XVI; las casonas de arquitectura singular de altas fachadas con gárgolas, balcones de forma semicircular o rectangular con herrería; los portales con arquería; las amplias plazuelas; el ambiente de sus calles empedradas; la estación de tren “Pastor”; las hermosas vistas desde lo alto de “Los cerritos” que permite apreciar parte del valle de Amilpas, con las majestuosa peña de Chalcatzingo; así como sus caminos viejos y su jagüey.
Por desgracia, a partir de la década de los ochenta del siglo pasado, disminuyó la presencia fílmica en Jonacatepec; en buena parte por la disminución de producción fílmica nacional; otra —y ésta es una hipótesis personal— por la transformación de la fisonomía arquitectónica local. Con el crecimiento de la población y el desarrollo comercial que este conlleva, se ha ido acabando paulatinamente, y por desgracia, con el encanto de la arquitectura que caracterizaba a Jonacatepec apenas hace cuarenta años.

5.- ¿Te gustaría compartir alguna anécdota?
No, por el momento.

6.- Una pequeña discusión: buen número de morelenses pertenecientes a ciertas generaciónes conocen por lo menos alguna anécdota de filmación o actor que vive o vivió en su comunidad, siendo esto así, ¿crees que se le ha dado el reconocimiento necesario al patrimonio fílmico del Estado?, ¿crees que las instituciones deben intervenir, en qué medida?
Con respecto a la primera pregunta —y pensando concretamente en cine— te respondo que hasta donde conozco, pienso que no se le ha dedicado la atención suficiente. Me parece que hay pocos esfuerzos a nivel local. Uno de ellos es el trabajo que hizo el Consejo Estatal de Cine, al que me referí anteriormente, pero ignoro qué se está haciendo ahora; otro esfuerzo es el que ha hecho, más a nivel personal, Ángel Miquel. Lo que se ha atendido más, de unos años para acá, es lo relativo a cortometraje y al documental, que también es importante.
Sobre la segunda pregunta pienso que las instituciones, pero también la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, secretarías como la de Turismo, así como la iniciativa privada, deben apoyar investigaciones y publicaciones sobre el tema; propiciar exposiciones y ciclos de cine, con convocatorias abiertas a las poblaciones de Morelos para recuperar datos de películas filmadas en nuestro estado. La maestra Luciana Cabarga ha tenido el sueño —que es compartido por muchos— de crear un Museo del Cine. Imagina tú poder concretar una cineteca que reúna la totalidad de materiales fílmicos realizados en todo el estado de Morelos. Simplemente hablando de películas (largometrajes) filmadas en Morelos, el número no es menor a 120. Hay, definitivamente, mucho trabajo por delante y para lograrlo es necesario conjuntar esfuerzos.
Entrevista realizada por Berenice Fregoso a Irving Reynoso
20/10/2010

1.- ¿Cómo surge tu interés por la filmografía realizada en tu comunidad? (Tetecala y Jonacatepec respectivamente).

Las películas filmadas en Tetecala, para hablar del caso que conozco, forman parte de la identidad local de sus habitantes. En diversos proyectos de recuperación de la memoria histórica que he desarrollado en los últimos años, como la colección de fotografía antigua, elaboración de documentales sobre las tradiciones locales, la ley de protección patrimonial del centro histórico, e incluso proyectos ecológicos, el tema de las películas filmadas en Tetecala siempre sale a relucir: “en tal escena se muestra cómo era el viejo zócalo”, “en tal película aparece la calle tal cuando todavía no estaba pavimentada”, “en tal otra se ve el río cuando no estaba contaminado, y el puente de madera que lo atravesaba”. Mi interés por la filmografía tiene que ver, en principio, con esta tradición local, las nuevas generaciones no conocen este patrimonio fílmico o ni siquiera saben que existe. Por otra parte, el tema puedo abordarse desde otra óptica, por ejemplo, desde la historia social de la región. Tetecala ha sido cabecera de distrito desde mediados del siglo XIX, y está rodeada por las hacienda azucareras más importantes de la zona sur poniente del estado de Morelos, también se distingue por ser una zona que, desde la época colonial, albergó a muchos comerciantes españoles que dinamizaron económicamente a la población. Distintas personalidades han pasado por Tetecala dejando constancia del peculiar atractivo de la población, desde la condesa Madame Calderón de la Barca, pasando por el viajero alemán Brantz Mayer, el presidente Benito Juárez, quien se albergó una semana en Tetecala durante la guerra de Reforma, o el poeta chileno Rubén Dario, quién contrajo matrimonio en el juzado del pueblo. En mi opinión, estos elementos volvieron atractiva a la zona de Tetecala para las productoras que buscaban locaciones para sus películas, el proyecto de recuperar y analizar la filmografía de Tetecala comenzó con una pregunta muy simple pero sugerente: ¿qué es lo que hizo que Buñuel y María Félix, vinieran a filmar a Tetecala? Creo que la respuesta tiene un poco que ver con las características históricas que he mencionado, pero faltaba contestar a la pregunta desde el punto de vista de la historia del cine.

2.- ¿Cómo ha sido el proceso de recuperación de la memoria fílmica local?
Diría que la recuperación es esta memoria atraviesa por varios procesos. El primero fue el de completar la lista de películas filmadas en Tetecala, ya fuera como locación principal o secundaria. Fue un trabajo arduo que requirió contrastar la información de la tradición local, con la información de las bases de datos sobre el cine mexicano. Pudimos comprobar la filmación de las siguientes películas: La Zandunga (1937), Al son de la marimba (1940), Capitán de rurales (1951), México de mis amores / Sombrero (1953), Los ambiciosos (1959), El caballo que canta (un par de sinvergüenzas) (19639, y No hay cruces en el mar (1967).
Afortunadamente no comenzamos de cero en este proyecto, pues hay mucho trabajo previo por parte de otras personas. Por ejemplo, el cronista de Tetecala, Martín Rangel, pertenece a la familia que tuvo el primer cinematógrafo del pueblo e incluso él fue testigo de algunas de las filmaciones en los años sesenta y setenta. Por otro lado, el profesor Rodolfo Vieyra ha elaborado un trabajo de investigación sobre la vida cotidiana en Tetecala en torno a la actividad recreativa del cine. Ambos trabajos, el del cronista y el del investigador, nos dieron las pautas para la recuperación de la memoria fílmica local. Otro de los procesos tiene que ver con la exhibición de las películas en foros públicos para recopilar información oral, de las personas que hayan participado como extras o de quienes recuerden algún dato referente a las filmaciones, anécdotas, etc., aunque este paso no se ha completado del todo porque hacen falta conseguir algunos títulos de difícil acceso.
El último proceso tiene que ver con el material fílmico que se encuentre en los archivos: fotogramas, steels, carteles publicitarios, reseñas publicadas en revistas y periódicos, etc.

3.- ¿Como aprecias en general la intervención de Morelos en el cine?
Es un tema que apenas estoy conociendo, pero de entrada me sorprendió la cantidad de películas filmadas en el estado de Morelos. Para citar la información que me proporcionó Berenice Fregoso, en Morelos se filmaron en el siglo XX 260 largometrajes de ficción, cifra que supera por mucho a los 150 filmados en Durango. Sin embargo, éste último estado cuanta con varios museos del cine, y el patrimonio fílmico tiene un verdadero reconocimiento oficial, pues incluso se pueden visitar las locaciones donde se rodaron las películas tipo western. Esto no ocurre en Morelos, cuya intervención en el cine nacional fue muy importante, no sólo por el tema de las locaciones, sino por su historia misma, por ser la cuna de una de las revoluciones campesinas más importantes de la historia.


4.- ¿Qué elementos crees que atrajeron a las producciones fílmicas a tu población, aún la frecuentan?
Cómo decía anteriormente, creo que las haciendas azucareras integran uno de los principales atractivos de la región, otro podría ser el clima semi-tropical, que es único en todo el estado, las extensas y fértiles vegas de Tetecala y el pueblo vecino de Coatlán del Río, que generan un precioso paisaje que en mi opinión debería ser protegido como patrimonio histórico antes de que la urbanización lo destroce (tenemos el ejemplo de los campos de agave azul de Tequila, en Jalisco, que fueron declarados patrimonio de la humanidad). También las huertas de frutas atraen a los turistas en distintas épocas del años, así como la arquitectura del centro histórico, que alberga una iglesia del siglo XVIII con fachada de elementos indígenas y cristianos, y casonas que datan de la época porfirista.
Lamentablemente dicho patrimonio no está protegido, y en los últimos años se han perdido fachadas históricas porque la gente las derriba para construir locales comerciales, lo cual es una muestra de la poca consideración que se tiene por el patrimonio histórico-arquitectónico, y un reflejo de la problemática socioeconómica de la localidad. A pesar de estos problemas, Tetecala y sus alrededores aún sigue manteniendo su atractivo para las televisoras, ignoro si también para las producciones cinematográficas, pues esporádicamente se graban en la localidad programas de televisión.

5.- Te gustaría compartir alguna anécdota?
No tengo alguna anécdota personal, pero recuerdo una que me contaron que me causó gran impresión. Era sobre una viejita de una comunidad rural muy apartada de Tetecala, en los años cincuenta, la señora no podía caminar y el marido la traía cargando hasta el pueblo para que ella pudiera ver la maravilla del cine. Eso me hace pensar en la importancia que tenía el cine para la vida cotidiana de los pueblos, y en su carácter netamente popular y de integración social, una función que la comercialización de las últimas décadas le ha ido quitando.

6.- Una pequeña discusión: buen número de morelenses pertenecientes a ciertas generaciones conocen por lo menos alguna anécdota de filmación o actor que vive o vivió en su comunidad, siendo esto así, ¿crees que se le ha dado el reconocimiento necesario al patrimonio fílmico del Estado, crees que las instituciones deben intervenir, en qué medida?
Definitivamente creo que no se le ha dado el reconocimiento al patrimonio fílmico de Morelos, lo cual es muy difícil de entender, pues el cine llegó a ser, a medios del siglo XX, la industria económica más importante del país después del petróleo, y de lejos la principal actividad recreativa de la gente. Creo que el contexto del bicentenario es una excelente coyuntura para que las autoridades tomen cartas en el asunto, promoviendo iniciativas de recuperación de este importante patrimonio histórico y cultural, pues su recuperación no sólo sirve para satisfacer la nostalgia por épocas perdidas, sino que puede utilizarse para generar proyectos turísticos y de difusión cultural que se traduzcan en beneficios económicos para los habitantes de Morelos.

Comentarios y dudas comunicate al correo: soyunacarmelita@hotmail.com

lunes, 29 de noviembre de 2010

ENTRE LA NACIÓN Y LA REGIÓN

Diplomado "ENTRE LA NACIÓN Y LA REGIÓN: HISTORIA DE MÉXICO Y MORELOS" especializado en la historia de Morelos.

Convocan:El Gobierno del Estado de Morelos, a través del Instituto de Cultura de Morelos y la Comisión Ejecutiva para las Conmemoraciones del 2010 en el Estado de Morelos, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y el Instituto Estatal de Documentación y la Dirección de Estudios Históricos del INAH


Diplomado: ENTRE LA NACIÓN Y LA REGIÓN: HISTORIA DE MÉXICO Y MORELOS

Días de sesión: Miércoles de 5 a 9 PM
Inicio: 1 de diciembre de 2010

Una propuesta para analizar la historia del estado de Morelos y la nación mexicana, con énfasis en el señalamiento de las continuidades, rupturas y posibilidades de la construcción a futuro como país, haciendo hincapié en la Independencia y la Revolución mexicana como momentos claves de análisis.


Dirigido a estudiantes, profesores, profesionistas de las áreas de humanidades y sociales, así como todo público interesado en la historia regional.
Se otorga Diploma a partir del 85% de asistencia y entrega de ensayo final.
Los alumnos contarán con una antología de lecturas en línea albergada en la página del ICM, UAEM y/o DEH INAH.


INFORMES E INCRIPCIONES
CENTRO CULTURAL JARDÍN BORDA
TEL. 01 777 310 24 70
CONTACTO: Lizbeth Vargas Villegas
Celular: 777 163 43 01
Correo electrónico: diplomadodehistoria@gmail.com

www.centenariosmorelos.gob.mx

Coordinadoras:
Mtra. Lilia Venegas Aguilera
Ma. del Rosío García Rodríguez

Costo 1,200.00 en cuatro pagos diferidos. Se debe liquidar el 25% del costo del diplomado al momento de inscripción.

Pregunta por nuestro programa de becas.


PROGRAMA
Módulo 1
Antecedentes geográficos e históricos de la integración cultural


• • Nuestro territorio: una visión de larga duración
• • Geografía histórica de territorio del Estado de Morelos
• • Mesoamérica: una civilización, muchas culturas.
• • Cuaunáhuac y Huaxtepec:
• • Conquista y colonización México y Morelos
• • Pueblos de indios, mulatos y mestizos en el siglo XVI, XVII y XVIII en Morelos
• • Política novohispana: antes y después de los Borbones
• • Haciendas y tecnología azucarera
• • Las mentalidades en el mundo virreinal
• • Patrimonio histórico colonial en Morelos
• • Visita Guiada: Las órdenes mendicantes en Morelos

Módulo 2
Independencia: nación y región

• • La construcción de la nación mexicana
• • El movimiento insurgente en los territorios de Cuernavaca y Cuautla
• • Ideología y guerra de Independencia
• • Presidencialismo mexicano del siglo XIX

Módulo 3
El siglo XIX y la creación del estado de Morelos

• • México: de la consumación de la independencia al Plan de Tuxtepec 1824-1876
• • La Guerra contra EUA
• • Creación del estado de Morelos
• • Vida cotidiana en siglo XIX en Morelos

Módulo 4
Modernidad y nación durante el Porfiriato

• • Economía y política
• • Haciendas azucareras en Morelos
• • Segunda visita guiada: Las haciendas en Morelos
• • El liberalismo mexicano en el siglo XIX
• • La construcción de la nación a través de la pintura
• • Mujeres en la nación del siglo XIX
• • La expresión musical del siglo XIX

Módulo 5
Revolución y zapatismo

• • La Revolución Mexicana: una visión a debate.
• • Vertientes revolucionarias en México
• • Emiliano Zapata
• • Redes sociales del zapatismo
• • Ideología y proyecto revolucionario del zapatismo
• • La Constitución de 1917


Módulo 6
México y Morelos en la postrevolución

• • De Obregón al Maximato
• • Clase política en Morelos: el restablecimiento del orden constitucional
• • Reparto agrario e imaginario social
• • Tenencia de la tierra en Morelos posrevolucionario
• • El Cardenismo
• • Cooperativismo social y jaramillismo
• • Las oposiciones políticas del vasconcelismo al henriquismo
• • Las otras identidades en tiempos de unidad nacional
• • México y Morelos: arte y cultura
• • Filmografía e identidad nacional
• • Diversidad demográfica en la postguerra
• • Mujeres en la vida política del México

Módulo 7
Auge y crisis en México: 1950-1982

• • Los años del milagro mexicano
• • El agrarismo en Morelos
• • Panel: Movimientos sociales en México y Morelos


Módulo 8
De la hegemonía a la transición: 1982-2010

• • Estado y sociedad en México
• • Economía y política en Morelos
• • Panel: La transformación política electoral en México
• • Panel: La transformación política electoral en Morelos


Módulo 9
Multiculturaldad y configuraciones en el siglo XXI
• • El contexto internacional contemporáneo
• • Las redes clandestinas de tráfico en América Latina
• • Panel Teología de la liberación, educación y psicoanálisis.
• • Panel Internacionalismo cultural en Morelos: Malcom Lowry, John Spencer, Gutierre Tibón
• • Morelenses por elección: comunidades extranjeras regionalizadas
• • Organizaciones de la sociedad civil
• • Organizaciones civiles en Morelos
• • Identidades e híbridos culturales en México
• • Identidades e híbridos culturales en Morelos
• • Cultura como herramienta ante la crisis social
• • Los centenarios y su representación escultórica


Conferencia de clausura

Dirigido a:
Profesores, Estudiantes, profesionistas de las áreas de humanidades y ciencias sociales, así como todo público interesado en la historia regional.

Se otorgará un Diploma con reconocimiento oficial de la SEP, a quienes cubran el 100% de créditos de licenciatura de cualquier disciplina. Se entregará Constancia de participación, al público en general. En ambos casos, se requiere el 90% de asistencia a las sesiones y entrega de un ensayo final.
iplomado de historia de México y Morelos
El Gobierno del Estado de Morelos, a través del Instituto de Cultura de Morelos y la Comisión Ejecutiva para las Conmemoraciones del 2010 en el Estado de Morelos, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos y el Instituto Estatal de Documentación y la Dirección de Estudios Históricos del INAH

INFORMES E INCRIPCIONES

CENTRO CULTURAL JARDÍN BORDA
TEL. 01 777 310 24 70
CONTACTO: Lizbeth Vargas Villegas
Celular: 777 163 43 01
Correo electrónico: diplomadodehistoria@gmail.com

www.centenariosmorelos.gob.mx

Coordinadoras:
Mtra. Lilia Venegas Aguilera
Ma. del Rosío García Rodríguez

domingo, 21 de marzo de 2010

Hollywood guayabo

Escrito por Berenice Fregoso V.
Publicado en el suplemento EL tlacuache de la Joranada Morelos, Domingo, 07 de Febrero de 2010

Cineastas mexicanos y extranjeros han favorecido al estado eligiendo tierras morelenses para rodar partes o películas completas. Desde 1920, con producciones de la etapa silente del cine mexicano hasta posteriormente las sonoras, Morelos ha estado presente a través de los argumentos y las locaciones en múltiples filmes.
De los treinta municipios que conforman Morelos, más de veinte han servido de escenario; en el caso de la capital del estado desde 1933, cuando se realizó una escena en el Jardín Borda para la película Juárez y Maximiliano (o La caída de un imperio). Sabemos también que en Cuernavaca se realizó la comedia Doña Malinche (1934) y de ese mismo año, La Isla maldita del director Boris Maicon. Años después, Súper loco (1937) de Juan José Segura y al año siguiente Nobleza ranchera de Alfredo del Diestro.
Tan sólo hay que estar un poco atento a los canales televisivos de paga dedicados al cine mexicano para ver de dos a tres veces por semana una locación familiar. La semana pasada se trasmitió una joya, Cuernavaca en primavera (1968), del director Julio Bracho, esta es una película compuesta por tres cortometrajes, uno de ellos titulado El bombón, escrito sin aceptar crédito por el escritor Luis Espota y protagonizado por mítico playboy mexicano Mauricio Garcés. Los lugares dentro de la ciudad utilizados como escenario de esta película van desde la Catedral, el Salto de San Antón, el Panteón de la Leona, enormes casas particulares, el desaparecido Hotel Casino de la Selva, conocidos restaurantes locales, entre otros.
Otra obra dentro de la filmografía cuernavaquense es El mes más cruel (1969). Esta es una película sin tapujos y con influencias nouvelle vague, muy de moda en aquel tiempo por directores como Jean-Luc Godard y François Truffaut. Los personajes protagónicos son dos jóvenes que viven la Cuernavaca de los sesenta: una extrovertida fuereña y un muchacho instructor de natación del Parque Revolución, sitio, por cierto, que al identificarlo despierta una gran nostalgia. Otro paisaje fascinante es una panorámica del mirador en Temixco de la Parroquia San Felipe de Jesús, la ubicación de la cámara en aquella toma muestra en vez de las grandes casas que existen hoy, lotes apenas divididos para su venta. En fin, como bien afirmó la directora de la cinta en un homenaje reciente: “es una Cuernavaca que ya no existe”,1 pues además, la sencillez proyectada de la vida en aquellos días impregnan inconmensurablemente la pantalla y al espectador.

Hablando de Luciana:
la Dirección de Cinematografía del Estado de Morelos

Cuando el realizador John Huston vino a estas tierras a filmar Bajo el Volcán en 1984, entendió como muchos otros antes, el potencial fílmico del estado y se lo compartió al gobernador Lauro Ortega (1982-1988), quien auxiliado por Luciana Cabarga (pues ya tenía experiencia rodando en Morelos), idearon una serie de facilidades para que la película de Huston se llevara a cabo de una manera profesional. Esto marcaría un parte aguas para producciones venideras. De acuerdo a una entrevista realizada al gobernador Ortega publicada en la revista Cámara, Bajo el Volcán dejó una derrama de 120 millones de pesos en Yautepec, pueblo donde se rodó la mayoría de las escenas.2 Sumándosele a esto el cálculo de la derrama positiva de varias películas hechas desde 1983, fue estimuló suficiente para iniciar una serie de acciones con el fin de colocar a Morelos como el estado por excelencia para la producción cinematográfica.
El 18 de octubre de 1985 se instaló en Cuernavaca el Consejo Estatal de Cinematografía, apoyado por: el Consejo Estatal de Cine, Teatro y Televisión, la Instancia de Radio, Televisión y Cinematografía de la Secretaría de Gobernación, el grupo Televisa, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, la Asociación Mexicana de Estudios y Laboratorios de Cine y Televisión, así como la Asociación Mexicana de Filmadores. Aparte dicho consejo era asesorado por el cineasta Alberto Isacc, Gregorio Wallerstain (realizador y presidente de CIMA Filmes), el fotógrafo Gabriel Figueroa y la actriz Katy Jurado como asesora internacional. Morelos era el único estado que había logrado iniciar actividades en forma, con una institución similar y Luciana Cabarga estaba a cargo.
En 1986 el Consejo apoyaría ocho largometrajes nacionales de los que destaca El tres de copas rodada en Huitzilac) de Felipe Cazals y Las batallas en el desierto de Alberto Isaac (en Tequesquitengo). Respecto a películas extrajeras, Fire Walker(en las Estacas) protagonizada por Chuck Norris y dirigida por J. Lee Thompson, y del director mexicano Luis Mandoki, Gaby. 1987 sería el año en que se realizaría en el balneario las Huertas La rebelión de los colgados de Luis Buñuel, en 1988 La novicia de Arielle Dombasle con el actor Omar Shariff, Gringo viejo de Luis Puenzo, entre otras.
En 1988 la Comisión se transformaría en la Dirección de Cinematografía y TV del Estado de Morelos, y es adjudicada a la Secretaría de Desarrollo Económico; sin embargo es hasta 1994 que aparece oficialmente conformada en el periódico Tierra y Libertad. Para el 8 de Marzo del 2000, pasó como dependencia de la Comisión de Inversiones del Estado de Morelos y en el 2003 se une a la Secretaria de Turismo, que junto con Cinematografía y Televisión formaban una sola entidad. En 2005 es absorbida por Turismo para actualmente depender de esa Secretaría.3
Se podría decir que Morelos vivió en su momento una época de oro como la Hollywoodense, pues aquí vivieron y trabajaron grandes del cine como: Miguel Zacarías, Luis Alcoriza, Rosalío Solano, María Félix, Tito Davison, Luis Moya, Julio Alejandro Castro Cardús... sumándose a esta lista, otra más de actores y realizadores que siguen haciendo de esta región su hogar y un espacio pujante para la producción audiovisual.

1. Palabras de Luciana Cabarga expresadas en el homenaje a ella dedicado que tuvo lugar los primeros días de octubre del 2009, en el Cine Morelos.
2. Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, “Entrevista al Lic. Lauro Ortega Martínez, Gobernador del Edo. de Morelos”, Revista Cámara, septiembre- octubre No. 42, 1985.
3. Gobierno del Estado de Morelos, Manual de Organización, Dirección General de Cinematografía y Televisión, Secretaría de Turismo, 2006.

jueves, 28 de mayo de 2009

3er. Festival de la Memoria en el pueblo de Tepoztlán




3er. Festival de la Memoria en el pueblo de Tepoztlán, Morelos

del 10 al 14 de junio, 2009.



Contar con su presencia enriquecerá esta celebración del cine de lo real y nos ayudará a cumplir con nuestra misión: exhibir documentales, formar un público regional, ofrecer actividades académicas y paralelas:



Ceremonia de Inauguración: miércoles 10 de junio a las 19 horas en el Auditorio Ilhuicalli, en el centro de Tepoztlán.



Del 10 al 14 de junio: 35 documentales de 9 países iberoamericanos en la Sección Oficial (17 estrenos). País invitado: Cuba. Matiné. Conferencias y mesas redondas.

Tianguis documental. Funciones al aire libre. Más de 60 títulos.



Clausura: domingo 14 de junio a las 18 horas en el Auditorio Ilhuicalli.



Gala de Ganadores: martes 7 de julio en el Teatro Ocampo, Cuernavaca, Morelos.



Para mayor información consulte nuestra página web:

www.festivalmemoria.com.mx

jueves, 19 de marzo de 2009

Rosalío Solano

Escrito por Rafael Benabib, publicado en el Diario de Morelos el 01-03-2009


El camarógrafo y fotógrafo Rosalío Solano Quintanar, residente de Cuernavaca desde hace muchos años, ha sido uno de los mejores exponentes de la cinematografía nacional y gracias a él se filmaron algunas de las películas que le dieron difusión a la Ciudad de Cuernavaca y a los alrededores del Estado de Morelos.
Aquí filmó las cintas: “Cuernavaca en primavera”, tres películas de “Los cuentos de Pancho Villa”, "Tlayucan”, las que, gracias a su insistencia, todas fueron filmadas en Morelos. Así como: “La bandida”, con María Félix; “El padrecito”, con Mario Moreno “Cantinflas”; “María Isabel”, con Silvia Pinal, y muchas otras más.
Chalío, como lo conocen en el medio, nació en Ajuchitlán, Querétaro, en 1914. Sus padres fueron don Rosalío Solano y Ausencia Quintanar. Cursó sus estudios en Bernal, Querétaro.
Cuando él tenía 10 años falleció su papá y Chalío trabajó de mozo de hotel, en Querétaro, se encargaba de las sillas del parque municipal y cobraba por el alquiler, vendía periódicos, ofrecía paletas y helados. En la ciudad de México fue carpintero y aprendió a barnizar la madera.
Una vez llegaron a buscar un barnizador que fuera a pintar la recámara del Director de Cine, don Ramón Peón para la película “Sobre las olas”. A los 18 años siguió siendo aprendiz de electricista y tramoyista. Guillermo Vaqueriza le dijo que tenía mucha idea y sabía lo que hacía.
En 1937, fue asistente de cámara con la película “La Adelita”, con el fotógrafo Gabriel Figueroa. En 1945, se casa con la bella mujer de ojos verdes Sofía Aupart González, procreando 5 hijos: Rosa María, Alejandro, Sofía, Laura y Silvia, quienes le han dado 11 nietos y seis bisnietos.
Obtiene la oportunidad de ser nombrado fotógrafo en jefe de la película “Doña Clarines”. Rosalío Solano fue aprendiendo de sus maestros: Gabriel Figueroa, Ross Fisher, Alex Phillips, Jack Draper y otros. De todos ellos, Alex Phillips fue su mayor influencia. Chalío es uno de los únicos camarógrafos que nunca usó arnés para lograr sus tomas. Tenía un magnífico pulso y ninguna toma le salía movida, sin la luz adecuada o fuera de foco.
En 1950, filmando en Yucatán la película “Deseada”, con Dolores del Río, fue felicitado por Alex Phillips, al tomar fotografías de las ruinas de Chichen Itzá sin exposímetros ni filtros. De Álvarez Bravo recibió el máximo elogio: “¡Usted nació fotógrafo!”.
En otra ocasión, María Félix se negaba a que la filmara otro que no fuera el maestro Figueroa, pero el director le pidió que se dejara fotografiar por Rosalío. Al terminar su actuación y ver las tomas, la señora María Félix le dijo con una gran sonrisa: “¡Es un brujo!, pues poca gente me sabe fotografiar tan bien como tú”.
El director Ismael Rodríguez señalaba sus cualidades alabando su versatilidad, al decir que sus emplazamientos con las cámaras eran “verdaderamente admirables”. En 1965, filmó una película con Glenn Ford y Stella Stevens, otras con Ricardo Montalbán y con casi todos los artistas de la época. Desde entonces ha hecho más de 200 películas y durante 60 años ha sido uno de los principales camarógrafos y fotógrafos dentro de la cinematografía nacional.
Ha recibido un sinfín de preseas, entre ellas: cinco Onix , un Cuauhtémoc, dos Heraldos, dos Menora, cuatro Diosas de Plata, dos Arieles de Plata, un Ariel de oro y ocho medallas.
Aunado a estos reconocimientos, en el año 2000, en su natal Querétaro, las autoridades estatales decidieron que el Cine Teatro de la capital llevaría el nombre de Rosalío Solano, en homenaje a la destacada carrera artística de don Chalío.
A los 94 años de edad aún expone sus trabajos de fotografía con gran éxito, como hace unos días lo hiciera en la casa del DIF municipal: “Jóvenes de corazón” en presencia de la señora Ivone Zorrilla de Giles, esposa del licenciado Jesús Giles, Presidente Municipal de Cuernavaca.
Don Rosalío Solano recibe estos homenajes por su don de gentes, por su carrera dentro de la industria fílmica y por su amor a Cuernavaca, la que lo ha recibido como al hijo pródigo.

Rosalío Solano
Diario de Morelos - 19 de marzo de 2009

viernes, 20 de febrero de 2009


Filmografía de ficción Zapatista: El compadre Mendoza (1933)
Publicado el 23 de noviembre en el suplemento El tlacuache de la Jornada Morelos del Centro regional INAH Morelos y CONCAULTA

Es en 1932; que el escritor, profesor, periodista, senador, Mauricio Magdaleno obtiene una beca en la Universidad Central de Madrid. Lo acompaña en su viaje uno de sus más entrañables amigos, Juan Bustillo Oro. Llevaban en las maletas sentimientos de impotencia y frustración debido a la injusta derrota de José Vasconcelos en su contienda a la presidencia. Salían del país no sólo con finalidades académicas, también en pos de refugiarse del acoso que sufrían como vasconcelistas.

Durante su estancia en Madrid, que abarcó de verano a otoño, Magdaleno escribe para el periódico español “El Sol” dos relatos basados en acontecimientos revolucionarios e inspirados en la bola suriana: “El compadre Mendoza” y “El baile de los pintos”. Magdaleno ya antes había escrito obras teatrales que circundaban en la temática, sobresale de estas Emiliano Zapata perteneciente a su primer libro conformado por una triada de historias de la revolución mexicana y que se montaron en un proyecto llamado el “Teatro de Ahora” que desgraciadamente sufrió un fracaso rotundo.

El compadre Mendoza (1933) es en primera instancia un cuento rico en análisis y crítica a diferentes sucesos que rodearon sobretodo las alianzas personales efectuadas dentro del conflicto armado. El comercio puede hacer que el protagonista Rosalío Mendoza, haga de lado posturas, bando de guerra e inclusive un justo motivo de fondo. La prioridad “el respeto que merecen siempre los pesos”.1 En el relato conocemos a su familia y al mismo Rosalío, hombre astuto y práctico que sirve tanto a zapatistas como a federales. En las páginas del cuento se forja el lema “Las cosas hay que hacerlas pronto, y bien hechas”2 sello de Mendoza en los acontecimientos más importantes tanto del escrito y en la película: como el cortejo a Dolores y el fatídico final del general zapatista Felipe Nieto. En segunda instancia, esta sería (junto con Enemigos de 1933 de Chano Urueta) una de las primeras películas de ficción que se realizarían sobre el zapatismo en México.

Cuando Mauricio Magdaleno y Bustillo Oro regresan de España, Oro decide hacer el guión cinematográfico de El compadre Mendoza. Desgraciadamente su primera película había sido un fracaso. Debido a éste antecedente, cuando se autoriza el rodaje y pese a todos sus intentos por lograr la dirección, se le negó y fue Fernando de Fuentes al que se puso al frente de la filmación.

La cercanía temporal a la revolución mexicana y la inquietud social de Magdaleno, hacen que el argumento de ésta película tenga un buen planteamiento y que los hechos no sean muy alejados a los que realmente pudieron ocurrir. Hay características propias del estado de Morelos que se incluyen dentro del relato y se retoman en la película que denotan un buen conocimiento de usos y costumbres. Como el detalle de que Cleotilde (Dolores en la Película), dé como obsequio un rebozo de Santa María, o que Felipe Nieto regale una sillita de montar a su ahijado “trabajo precioso de talabartería y paciencia de los indios de Jantetelco”.3


Dentro de la primera secuencia de la película se ven unas tropas zapatistas cansadas, en paso lento y arrastrado se dirigen a la Hda. de Santa María. Su marcha la encabeza Eufemio Zapata y el Gral. Felipe Nieto. Interesante es que se distingue la clara jerarquía marcada por los trajes charro y el andar a píe del contingente en prendas de manta que es recibida en la hacienda de Don Rosalío con pulque y barbacoa. (Still 3). Mientras en la casa del hacendado se cambia el retrato de Huerta por el de Zapata todos los peones gritan ¡Viva Zapata!, cosa que desde luego cambia cuando es el turno de la visita de los federales.(still 1)

Al realizar la adaptación cinematográfica se agregan personajes como Emma Roldán que interpreta a “la muda”, sirvienta muy atenta que lee los labios. Esta fue buena excusa para que en la escena cuando llega el turno de colocar el retrato de Carranza, (still 4) le diga sin decir “babosa” el administrador Atenógenes (Luis G. Barreiro) que con éste y otros detalles sirve de comediante y chivo expiatorio para sustituir puntos importantes que da el narrador omnipresente en el cuento.



La producción de este proyecto contó con la participación de Roberto y Joselito Rodríguez, pioneros de la sonorización en las películas mexicanas y hermanos del director Ismael Rodríguez. Resalta el trabajo fotográfico del norteamericano Ross Fisher que para eso entonces tenía la experiencia de haber participado en alrededor de 60 películas y previamente había colaborado en otra importante película de temática revolucionaria, El prisionero 13. En El Compadre Mendoza nos brinda una propuesta rica con tomas subjetivas, contra picadas, primeros planos, generales, etc. (Still 2). Fernando de Fuentes personalmente se encargaría de la edición. Por otro lado Mauricio Magdaleno posteriormente haría mancuerna con Emilio Fernández, colaborando con su pluma en los guiones de: Río Escondido, Maclovia (1947), Salón México, Pueblerina (1948) entre otras películas. Sin duda de las más representativas de la llamada época de oro del cine mexicano.

Imágenes: Fotogramas de la película El compadre Mendoza, 1933, Aguila Films.

1 Mauricio Magdaleno, El compadre Mendoza, Concha Bretón, Botas, México. 1936 p. 148
2 Idem., p. 182
3 Idem, p.169